“Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos aún tendremos una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas”
George Bernard Shaw
El estilo del centro y el profesorado son una parte
esencial para que se puedan poner en marcha acciones innovadoras. Además, para
que el alumnado pueda desarrollar sus habilidades y aptitudes creativas, el
centro como organización ha de encontrarse abierto a dicho espíritu.
Hay que tener en cuenta que cada centro tiene unas
características propias que lo hacen único. Los equipos que lo forman, el
alumnado y sus familias, así como el entorno en el que está situado. Por lo
tanto la filosofía de trabajo debería diferir de un centro a otro y, con esto,
no quiero decir que nos saltemos todo el marco legal, teórico y científico del
proceso de enseñanza/aprendizaje y de organización, se trata de establecer
procesos y condiciones para que la creatividad sea una práctica habitual que
aporte el valor que requieren las condiciones específicas de cada uno.
En esta línea, aunque aparentemente se parte de un tipo
de estructura único, cada centro debería poner las bases para desarrollar una
cultura propia.
A continuación se presentan algunas
recomendaciones prácticas que pueden resultar de utilidad para la integración
de la creatividad:
•
Considerar las ideas de todos y todas a la
hora de tomar decisiones: profesorado, alumnado, familias, entorno...
El diálogo es un arma básica en la búsqueda de ideas
creativas. Para conocer realmente las ideas de la gente se requiere de un
diálogo directo que permita conocer sus opiniones de primera mano. Utilizarla,
puede beneficiar en buena medida a todos y todas.
•
Crear un grupo de trabajo creativo para
diseñar el proceso creativo – innovador.
Es preferible que este grupo de trabajo se encuentre
integrado por personas de todos los ámbitos y niveles.
Celebrarán reuniones en las que se pondrán en común las
ideas recogidas . A la vez, su labor se centrará en ajustar paulatinamente el
diseño del plan de gestión de la creatividad a las necesidades del centro.
•
Formar a la comunidad educativa en técnicas
creativas.
Aunque en un principio se puede recurrir a ayuda
externa, lo ideal es que una vez puesto en marcha, sean los propios miembros de
la comunidad los y las que se formen entre ellos y ellas.
•
Más que recompensar, motivar.
Ser creativo por una recompensa limita la producción
creativa a la existencia del incentivo. El objetivo es provocar que ese
incentivo sea interno. Para ello es necesario hacer partícipes a todos y todas
del proceso, tomando sus ideas en consideración y haciéndoles desempeñar un
papel activo en la toma de decisiones.
•
Organizar grupos creativos para
distintos temas.
Una vez haya una base creativa, siempre que el centro lo
requiera, se pueden crear departamentos/comisiones/equipos creativos para temas
específicos: Evaluación/Tecnología/Organización/Educación Emocional.....
•
Obtención de resultados concretos.
La creatividad per se, únicamente como generadora de
ideas, no resulta provechosa. Lo que aporta valor es la creatividad traducida
en una respuesta a un problema o como instrumento para mejorar la situación de
partida. Para aprovechar el potencial de las ideas, se han de plantear retos y
en este sentido se debe, primero, identificar entre 4 y 6 áreas o temas
críticos para el centro y, segundo, pedir que se aporten soluciones y
propuestas concretas en un plazo de tiempo determinado.
•
Libertad de acción.
Una vez señalados los temas y los plazos, la forma de
trabajar para alcanzar los resultados será la que el equipo de trabajo crea más
conveniente. La formación en creatividad adquirida y la experiencia personal
han de guiar el proceso creativo, siendo necesaria una dosis de libertad para
que se elija el camino que que se crea más conveniente para alcanzar las ideas.
•
Asignar recursos a las buenas ideas
Es necesario apostar por alguna de las ideas propuestas,
sin perder de vista el ser realista a la hora de plantearse expectativas. Es
posible que alguna de ellas no responda a las expectativas esperadas Sin
embargo, no hay que dejar de entender que la creatividad y las ideas surgidas
del proceso creativo pueden ser de gran valor para un centro cuando se
transforman en innovaciones.
•
La creatividad aplicada también al
Equipo de Directivo.
Al tratarse de un proceso integral, es fundamental que
también la dirección crea en la creatividad como herramienta. En este sentido,
no sólo ha de hacer visible su compromiso e implicación sino que además la
adopción de formas de gestión creativas han de resultar en una nueva forma de
realizar la función de dirección.
¿Qué no ha de hacerse?
- Mantener lo que funciona como está.
- Definir hasta el último detalle de los procesos.
- Toma de decisiones desde arriba y por separado.
- No tener en cuenta todo lo que nos rodea.
- Guardar metodología y conocimientos como secretos.
- Mantener estructuras jerarquizadas y verticales.
- Tomar decisiones de forma rígida.
Si cuando llegas a tu centro te encuentras situaciones como esta que se refleja en la foto, y tienes claro todo lo anterior: ¡¡ Corre, ábrete una cuenta en twitter y empieza a crear tu #PLE !!
Fuente: creabusinessidea.com
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