Los cambios siempre han estado presentes y hemos sido conscientes de los mismos, aunque es cierto que ahora son mucho más rápidos y bruscos. En el campo del profesorado podemos ver una falta de delimitación clara de nuestras funciones que conlleva la demanda de soluciones de los nuevos contextos sociales y el aumento de exigencias y competencias en el campo de la educación.
Competencias para el Siglo XXI UNESCO
Todo ello no se soluciona con un tipo de formación que no favorezca procesos de investigación activa del profesorado, autonomía, modelos variados, planes integrales...
Está claro que la formación no se puede separar de nuestro contexto de trabajo por lo que paso a describir el mío:
¿De dónde vengo y a dónde voy? Interesada desde siempre en la formación del profesorado y en la
¿Qué he aprendido? A parte de utilizar las TIC en mi práctica educativa:
- Establecer relaciones con otro profesorado.
- Manejar mejor mis emociones y actitudes (habilidades sociales).
- Establecer relaciones mucho más horizontales.
- Diseñar mis propios procesos de autoformación.
- Tener una Comunidad de Aprendizaje.
En todo este proceso he ido asumiendo una Identidad Docente, manejando mi propia formación y compartiendo con los y las demás.
Para llegar a esto tengo diseñados varios espacios de formación en distintas redes sociales, que en muchos casos han derivado en personales.
La RED no es fría ni alejada, en ella están presentes también las emociones y las actitudes, por ello es importante que tengamos presentes una serie de normas para manejarnos en ella:
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