La Educación no se salva, muy al contrario, parece que hay una tendencia ahogarla, embrollarla y alejarla de lo más importante: profesorado, alumnado y familias.
Últimamente son muchas las máximas que se leen en las redes. A veces, alguna se te queda grabada y se transforma en un motor que te impulsa:
" Nunca se sabe lo que los problemas pueden estar haciendo por ti ".
El horizonte no está claro, el aire está revuelto y por todas partes se escucha la frase: ¡Con la que está cayendo!...Siempre se puede elegir; podemos perdernos o intentar encontrarnos, podemos dejarnos llevar o buscar nuevos horizontes...Podemos perder la clama o intentar mantenerla, para seguir diseñando nuestra propia vida.
A veces es importante practicar el arte de no escuchar, a los y las que no tienen nada bueno que decir, y buscar ENTORNOS PERSONALES, para APRENDER Y CRECER.
"Un soberano de un gran reino se encontraba ya en una
avanzada edad y quería asegurarse de que, antes de abandonar el mundo, le
transmitía a su hijo una importante lección. A lo largo de las épocas más
difíciles de su reinado, aquello había sido clave para mantenerse firme y
conseguir que finalmente reinara en su país la paz y la armonía. Por alguna
razón, el joven príncipe no acababa de entender lo que su padre le decía.
- Si, padre, comprendo que para ti es muy importante el
equilibrio, pero creo que es más importante la astucia y el poder.
Un día cuando el rey cabalgaba con su corcel, tuvo una gran
idea.
- Tal vez mi hijo no necesita que yo se lo repita más veces,
sino verlo representado de alguna manera.
Llevado por un lógico entusiasmo, convocó a las personas más
importantes de su corte en el salón principal del palacio.
- Quiero que se convoque un concurso de pintura, el más
grande e importante que se haya nunca creado. Los pregoneros han de hacer saber
en todos los lugares del mundo que se dará una extraordinaria recompensa al
ganador del concurso.
- Majestad, preguntó uno de los nobles, ¿cuál es el tema del
concurso?
- El tema es la serenidad, el equilibrio. Solo una
orden os doy. Bajo ningún concepto rechacéis ninguna obra, por extraña que os
parezca o por disgusto que os cause.
Aquellos nobles se alejaron sin entender muy bien la
sorprendente instrucción que el rey les había dado.
De todos los lugares del mundo conocido acudieron
maravillosos cuadros. Algunos de ellos mostraban mares en calma, otros cielos
despejados en los que una bandada de pájaros planeaba creando una sensación de
calma, paz y serenidad.
Los nobles estaban entusiasmados ante cuadros tan bellos.
- Sin duda su majestad el rey va a tener muy difícil elegir
el cuadro ganador entre obras tan magníficas.
De repente, ante el asombro de todos, apareció un cuadro
extrañísimo. Pintado con tonos oscuros y con escasa luminosidad, reflejaba un
mar revuelto en plena tempestad en el que enormes olas golpeaban con violencia
las rocas oscuras de un acantilado. El cielo aparecía cubierto de enormes y
oscuros nubarrones.
Los nobles se miraron unos a otros sin salir de su
incredulidad y pronto irrumpieron en burlas y carcajadas.
- Solo un demente podría haber acudido a un concurso sobre
la serenidad con un cuadro como éste.
Estaban a punto de arrojarlo fuera de la sala cuando uno de
los nobles se interpuso diciendo:
- Tenemos una orden del rey que no podemos desobedecer. Nos
dijo que no se podía rechazar ningún cuadro por extraño que fuese. Aunque no
hayamos entendido esta orden, procede de nuestro soberano y no podemos
ignorarla.
- Está bien, dijo otro de los nobles, pero poned ese cuadro
en aquel rincón, donde apenas se vea.
Llegó el día en el que su majestad el rey tenía que decidir
cuál era el cuadro ganador. Al llegar al salón de la exposición su cara
reflejaba un enorme júbilo y, sin embargo, a medida que iba viendo las
distintas obras su rostro transmitía una creciente decepción.
- Majestad, ¿es que no os satisface ninguna de estas obras?
Preguntó uno de los nobles.
- Si, si son muy hermosas, de eso no cabe duda, pero hay
algo que a todas ellas les falta.
El rey había llegado al final de la exposición sin encontrar
lo que tanto buscaba cuando, de repente, se fijó en un cuadro que asomaba en un
rincón.
- ¿Qué es lo que hay allí que apenas se ve?
- Es otro cuadro majestad
- ¿Y por qué lo habéis colocado en un lugar tan apartado?
- Majestad, es un cuadro pintado por un demente, nosotros lo
habríamos rechazado, pero siguiendo vuestras órdenes de aceptar todos los que
llegaran, hemos decidido colocarlo en un rincón para que no empañe la belleza
del conjunto.
El rey, que tenía una curiosidad natural, se acercó a ver
aquel extraño cuadro, que, en efecto, resultaba difícil de entender. Entonces
hizo algo que ninguno de los miembros de la corte había hecho y que era
acercarse más y fijarse bien. Fue entonces cuando, súbitamente, todo su rostro
se iluminó y, alzando la voz, declaró:
- Éste, éste es, sin duda, el cuadro ganador.
Los nobles se miraron unos a otros pensando que el rey había
perdido la cabeza. Uno de ellos tímidamente le preguntó:
- Majestad, nunca hemos discutido vuestros dictámenes, pero
¿qué veis en ese cuadro para que lo declaréis ganador?
- No lo habéis visto bien, acercaos.
Cuando los nobles se acercaron, el rey les mostró algo entre
las rocas. Era un pequeño nido donde había un pajarito recién nacido. La madre
le daba de comer, completamente ajena a la tormenta que estaba teniendo lugar.
El rey les explicó qué era lo que tanto le ansiaba trasmitir
a su hijo el príncipe.
- La serenidad no surge de vivir en las circunstancias ideales
como reflejan los otros cuadros con sus mares en calma y sus cielos despejados.
La serenidad es la capacidad de mantener centrada tu atención en medio de la
dificultad, en aquello que para ti es una prioridad".
Si es que eres una poeta ;-)
ResponderEliminarGracias Juan, ya sabes que lo nuestro son las #openfolletás, esas tonterías con las que dicen que no aprendemos, ni se aprende.
ResponderEliminarenchufada... :P
ResponderEliminarYo también te quiero mucho Lola.
EliminarDebes quitar la moderación de comentarios mientras dure el curso.
ResponderEliminarHecho; me gusta tu foto con el paraguas azul. Le viene muy bien a la entrada.
ResponderEliminarGenial la entrada, para leer y releer.
ResponderEliminarGracias Victoria. La fábula me encantó cuando la leí. Siempre estamos buscando un momento para la tranquilidad, y la muy tramposilla, está ahí: dentro.
EliminarTu PLED tiene un buen diseño, yo te recomendaría que aumentaras su tamaño.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias. dame tiempo chiquiiiilla. Soy novata.
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